Autoexploración de las mamas

Auto examen de mamas

Hablemos hoy del conocido como «Autoexamen de Mama«, auto-exploración que ha resultado en muchas ocasiones importantísima para descubrir tempranamente tumores malignos. Eso si, este auto-examen no implica que, sobre todo a partir de los 40 años, las mujeres debamos acudir al menos una vez al año a realizarnos una mamografía (sobre todo si tenemos ya en la familia antecedentes de esta patología).

Puedes practicarte este examen cada mañana y así pasar tranquila el resto del día. Una vez que lo hayas llevado a cabo varias veces se convertirá en costumbre y lo harás con tanta naturalidad que apenas te llevará tiempo. Eso si, no tiene que ser una rutina diaria  pero si es bueno que le fijes un horario como, por ejemplo, cada sábado o domingo por la mañana.

Se trata de que compruebes de que no existen protuberancias o endurecimientos irregulares. Eso si, has de saber que en la estructura interna de las mamas sí que existen bultos pequeños, que no duelen al ser palpados, y que totalmente normales. Es probable que en las primeras exploraciones te asustes un poco, pero poco a poco aprenderás a conocer toda la zona y lo que es normal o ha aparecido de repente.

Y un detalle a tener en cuenta… No lo hagas en esos días en los que por causa de la menstruación tus mamas están inflamadas y más sensibles de lo habitual.

Primer paso:

– Túmbate boca arriba y coloca tu brazo derecho detrás de tu cabeza. Luego utiliza la mano izquierda para presionar con suave firmeza tu mama derecha, realizando al mismo tiempo pequeños movimientos circulares (en la dirección de las manecillas del reloj). De esta manera asegúrate de que recorres todo el seno.

– Realiza estos mismo movimiento cambiando de brazos sobre el seno izquierdo.

Segundo paso:

– Este paso puedes llevarlo a cabo sentada o incluso de pie. Se trata ahora de realizar el mismo tipo de movimiento que en el paso anterior, pero esta vez por la zona de axila. Primero en una y luego en la otra, revisándolas ambas con suma atención.

Tercer paso:

– Ahora comprobarás si tus pezones producen secreciones anormales. Para ello coge cada uno de los pezones (no al mismo tiempo sino uno de cada vez) apretándolo sin hacerte daño entre los dedos índice y pulgar de la mano.

Cuarto paso:

– En este momento necesitarás un espejo en el que puedas observar tu pecho. Una vez que te encuentres frente a él, inspecciónate bien para comprobar que no se ha producido cambio alguno ni en la piel ni en la fisionomía del seno en sí. Sobre todo observa que el pezón no parezca estar hundiéndose.

Este paso has de llevarlo a cabo de dos formas. Primero con los brazos caídos a lo largo del cuerpo y después con los brazos levantados por encima de la cabeza.

Por supuesto no hace falta decir que ante cualquier cosa que notes es mejor si lo consultas con tu médico cuanto antes. Mejor es ir y que luego no sea nada, que no ir por no darle importancia y tener que lamentarlo después.

Si quieres ampliar esta información puedes visitar: www.mamografia.com.

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