La vacuna para dejar de fumar

No al tabaco

Estados Unidos podría aprobar el próximo año la primera vacuna contra la nicotina. Así, se espera que los fumadores podrán vacunarse contra la nicotina a finales del año que viene. Es la fecha prevista en la que se aprobaría este tratamiento para intentar reducir el tabaquismo, la causa más importante de mortalidad prevenible en el mundo. En España, previsiblemente, esta vacuna podría llegar en el 2013.

En estos momentos se está a la espera de que salgan los últimos resultados de dos estudios, en los que han participado mil pacientes en cada uno de ellos, y en los que se evaluaría la eficacia de un nuevo compuesto cuyos ensayos clínicos son muy esperanzadores. «Si son positivos, esperamos que la vacuna esté aprobada por la Agencia Americana del Medicamento el año próximo», asegura el doctor Iván Montoya, Director Clínico de Farmacoterapia del Instituto Nacional sobre la Drogadicción de Estados Unidos.

Asegura que ya tienen los datos claros demostrando que la vacuna de la nicotina ayuda a que los individuos dejen de fumar, puesto que se trata de un tratamiento terapéutico y no preventivo. Asegura el doctor que si los resultados de los experimentos en humanos, ahora en fase III, son positivos, la inmunización contra la nicotina estará aprobada por la Food and Drug Administración «dentro de poco».

Los responsables de la investigación aseguran que se crean moléculas demasiado grandes para atravesar la barrera cefalorraquídea, con lo que el organismo no siente ninguno de los efectos placenteros que causa la adicción y sí todas sus consecuencias negativas. Esto significa, asegura Montoya, que con la vacuna no se sentirá ningún bienestar fumando pero que, evidentemente, si se sigue fumando se tienen las mismas posibilidades de sufrir la enfermedades pulmonares, cardiovasculares y oncológicas asociadas a este consumo, que cualquier otro individuo que fume y no tenga la vacuna.

Previsiblemente el coste de esta vacuna será elevado: constará de cinco inyecciones que se suministrarán en seis meses y estará apoyada por terapias psicológicas con el objetivo de motivar al paciente y concienciarle de los beneficios de dejar de fumar. Los investigadores aseguran que tras el primer mes de tratamiento es cuando se obtiene la mejor respuesta inmune.

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