Dejar de fumar sin engordar

dejar de fumar sin engordar

Para muchos, dejar de fumar se puede llegar a convertir en una auténtica Odisea. Además, en muchos casos el proceso de abandono del tabaco se acompaña de una ganancia de quilos que todos pretenden evitar.

A pesar de que el individuo que padece tabaquismo es consciente de que fumar es perjudicial para la salud, dejar este mal hábito es una ardua tarea puesto que es un vicio que ha adquirido a lo largo de los años, hasta el punto de que su cuerpo se ha vuelto adicto a la nicotina.

La fuerza de voluntad de la persona es decisiva a la hora de dejar el tabaco. Se trata de una lucha constante, hora a hora, día a día.

Al dejar de fumar, los individuos suelen presentar grandes niveles de ansiedad, ansiedad que con frecuencia sacian con la ingesta masiva de comida. Es por ello que popularmente se dice que dejar de fumar engorda.

Para evitar esos temidos quilos, hay una serie de pautas que el ex fumador puede incorporar a su día a día:

Beber abundantes líquidos, sobre todo, antes de las comidas. De este modo, «engañamos» el estómago y comemos menos.

– Los especialistas recomiendan realizar, al menos, cinco comidas diarias. La fruta y la verdura deben convertirse en un pilar de nuestra dieta. Tanto las grasas como los fritos, además de provocar un aumento del colesterol, pueden producir sobrepeso.

– Debe evitarse el alcohol.

– Masticar con calma los alimentos antes de tragar. No sólo para prevenir problemas digestivos, sino también para que nuestro cerebro reciba antes la señal de saciedad que nos impida seguir comiendo de más.

En las farmacias pueden adquirirse múltiples productos de demostrada eficacia a la hora de dejar de fumar que van desde pastillas, grageas o chicles hasta los populares parches de nicotina. Ahora bien, todos ellos constituyen sólo una ayuda pues la verdadera clave para todos aquellos que quieran dejar el tabaco es su fuerza de voluntad.

Foto vía Centro Mujer

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